++++ ~ Quizá hayamos vivido mil vidas antes que esta & nos emos encontrado en cada una de ellas ~

martes, 28 de septiembre de 2010

Clarisse me haces tanta flata.

El (mirando fijamente una ventana junto a su escritorio)- Dónde estarás, Clarisse. Me lo digo a mí mismo de forma absurda. Tengo la extraña obsesión de recrearme en tu imagen y, a decir verdad, también en escenas que nunca protagonizamos.
La vida es demasiado larga para consumirme en ti
, ¿no crees? Sigo delirando. Me gusta ponerme literario cuando me encuentro solo, junto a mi copa de brandy y las luces apagadas. Es todo a lo que puede aspirar mi placer, el momento clímax de mis sentidos se palpita en el aire cuando dramatizo mi melancolía.
Me gustaría tanto enseñarte el mundo. Tomarte de la mano y decir ¡mira! “Esa mariposa acaba de salir de su capullo, para vivir un sólo día y convertirse en el icono favorito de las niñas”.
Podría hacer arte en tu cuerpo. Y te invitaría a tabaco y a luces de neón.
No encuentro el rumbo de los pájaros, que marcharon hace tiempo sin mí. Creo que me consumo poco a poco, como las nubes de lluvia, como la luz de los astros.


El tumbado en el sofá y pensando en ella mientras se fumaba el último cigarrillo. Cerró los ojos y la vio nítida. No quería pensar en ella, pero ella no es tan abstracta como los médicos dicen. Sonríe y se contonea, le susurra y pestañea. Es una mujer y no necesita huesos para existir.
La noche y la nostalgia no llegan.


El (diciéndoselo a si mismo)- ¿Por qué será que nunca te he echado de menos? ¿Por mi inmensa capacidad para evocarte? Casi puedo rozarte el mentón, si alargo mi mano.
Todos dicen que estoy loco, pero yo no siento nada en el pecho. ¿Alguna vez te has sentido así? Clarisse, me haces tanta falta. Se esfuma tu rostro cuando intento besarte, cuando intento sollozar en tu pecho y sentir las pulsaciones de tu inexistente corazón. Mecanismo improvisado por mis tardes de envidia hacia las parejas que se sienten y se abrazan.
Torpe mi mente por presumir de
pasiones que no ocurren. Porque cuando los pájaros callan, te veo desnuda. Y no sé por qué. No sé por qué me falta toda esta cordura.

A la luz de la launa.

(Ellos sentados en un banco a la luz de la luna, mirando las estrellas. El mirándola de reojo intentando saber que es lo que ella pensaba. Ella mirando las estrellas lo mira de repente con una sonrisa, pero al instante se pone seria, el asombrado por el cambio tan brusco de felicidad a la seriedad de ella.)

Ella (mirando seriamente pero a la vez con un nudo en su garganta que le impedía hablar con claridad.)- ¡Grítame!


El (la mira sin comprender que es lo que le había pedido ella)
- ¿Qué?... No tango nada que gritarte, ¿porque me pides eso?


Ella (dejando derramar lagrimas que caían al suelo)
- Lo que has oído, grítame, fuerte, muy fuerte. Grítame todo lo que no quiero oír. Todos mis defectos, las cosas que no soportas de mí. Échame en cara todas y cada una de las veces que te hice sentir mal, que te decepcioné, que te hice pensar eso de "pensaba que eras diferente". Enfádate conmigo, dime que soy una niñata mimada y que a ver si un día maduro. Dime todo eso que la gente no les dice a los demás, dime lo que verdaderamente piensas de mí. Pero después de eso, hazme un favor, solo uno. Dime que me quieres, pese a todas las verdades que me has gritado, solo dime que me amas al terminar con esto...

.