++++ ~ Quizá hayamos vivido mil vidas antes que esta & nos emos encontrado en cada una de ellas ~

jueves, 14 de octubre de 2010

La oscuridad provocaban nostalgia.

(Él le dijo que iría a su casa más tarde. Ella no dijo que no, como siempre Él desidia las mayorías de las cosas, a Ella no le gustaba demasiado que Él eligiera siempre que hacer y a donde ir.

Pasaron un largo rato junto con algunas que otras discusiones por tonterías. Luego de un rato.)

Ella- ¿Adónde vas?


Él- Eso a ti no te importa.
Se miraban fuertemente, era un pulso a corazones rotos.


Ella- Dime, Todo lo que ocurre de esa puerta hacia dentro es de mi incumbencia. (señalando la puerta)


Él (contestando con brutalidad)- Bien, déjame salir de una vez y no seré de tu incumbencia. (intentando calmarse para no recurrir a la violencia como siempre lo hacia.)


(Los tonos azules que producía la luz de la luna en la oscuridad provocaban nostalgia. Había recuerdos que traían tristeza dentro de ese cuarto, por todo lo que se había vivido dentro de esas paredes.)


Ella- Hasta que no me convenzas no te dejaré ir. No quiero que te vayas.


Él- ¿Convencerte de qué? Soy una persona libre ¿recuerdas? Si me da la gana abandonarte ahora, lo hago. No puedes impedírmelo. No puedes forzarme a estar contigo, ¡por Dios! (Él intentaba tranquilizarse. Le estaban subiendo los nervios a la cabeza, a lo mejor un poco aire puro le vendría bien en ese momento).


(Sus miradas chocaron de largo y, mientras una hizo frente a los ojos castaños que tenía delante, el otro no veía la manera de largarse.)


(Se hizo una pausa y rompiendo el silencio)


Ella (sintiéndose un poco insegura)- No necesito forzarte, porque sé que ya me amas.


Él- Ya…


Ella (no tenía sentido lo que le avía dicho, pensó. Que estaba perdiendo los nervios de nuevo)- ¡Escúchame! ¡Estoy harta!, siempre eres tu quien decide cuándo ir y cuándo venir, dónde encontrarnos y qué hacer con “nuestra relación”. Me regalas un puñado de luces y cuando te largas me quedo a oscuras. ¿Para qué? ¿Para qué luego vuelvas sollozando? Nunca me gustaron las montañas rusas, ¿entiendes?


Él- No voy a volver.


Ella- ¿Y cuántas otras veces me has dicho eso mismo? Ya no engañas a nadie.


Él (mirándola seriamente)- Mira, quédate ahí esperándome todo lo que te apetezca. Tengo muchas cosas que hacer. No voy a volver y esta vez es para siempre.


Ella- ¿Cosas que hacer? Has quedado con alguna de tus otras mujeres, ¿es eso? Bien, pues adelante. Haz lo que tengas que hacer con ella. Pero cuando vuelvas y abras los ojos, no pronuncies mi nombre. No vengas corriendo hacia a mi pidiendo perdón como siempre haces, ¡olvídate de mí! No te voy a abrir la puerta. Si sales por esa puerta ahora, no volverás a entrar nunca… Mañana será un nuevo día sin ti (dejando caer una lágrima)


Finalmente Él se fue para no volver. Ella se quedo dormida pensando en lo que acababa de suceder.

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