El amor es consciente de sí mismo. Es un impulso creativo; no tiene otro propósito más que bastarse a sí mismo.
El ser humano es perfecto, en sus imperfecciones.
Debo aceptar que, cuando alguien se mueve, muy lentamente en determinada dirección, se debe a que es la única manera que tiene de recorrer ese camino.
Lo mismo ocurre con el amor.