++++ ~ Quizá hayamos vivido mil vidas antes que esta & nos emos encontrado en cada una de ellas ~

martes, 11 de enero de 2011

Hold my hand.

Together we can be good because when it's cold we hold each other to see the sunlight. so just take my hand I promise I'll love everything you can, things will get better just hold my hand. Nothing can come between us if you take my hand... ()

Hold my hand by: Michael Jackson and Akon.

lunes, 3 de enero de 2011

Dicen.

Él y Ella sentados en el balcón en silencio mirando las estrellas y escuchando el sonido de los autos al pasar y los ruidos de la noche…


Él- puedo darte algo?


Ella- claro…


Él la abraza, le da un beso y luego se miran si se sonrien. De repente se hace un silencio y ella dice…


Ella- dicen que con un beso se callan todos los males.
Y me imagino la escena a cámara lenta, en blanco y negro. Mientras te grito desesperada y extasiada, mientras pataleo. Mientras mis ojos lagrimean inconscientes, rabiosos, doloridos y exhaustos. Mientras mi piel se contrae, se marchita mi rostro y se quiebra mi corazón. Como las pulsaciones me juegan una mala pasada, ahogándome en la garganta. Como si fuesen descargas eléctricas camufladas de escalofríos recorren mi cuerpo entero. Como se rompe mi corazón en uno de esos enojos en los que no somos ni tú ni yo, en los que dejamos nuestro papel improvisado de humano para sacar fuera el monstruo que llevamos en la sangre, para sacar el animal fiero y salvaje, el animal celoso y amenazador que día a día tratamos de ocultar.
Veo, en esta película, cómo nos sangran los labios y los oídos, del veneno que soltamos, del daño que oímos, de lo fuerte que resuenan nuestros palpitares, como una lucha encarnizada de tambores. gritándome a mí, yo gritándote a ti. Con los brazos en el aire y con convulsiones, con señales y burlas.
Nos veo como cada sábado cuando no nos ponemos de acuerdo en ir al cine o ir a un teatro, cuando tú quieres alcohol y yo café. Nos veo a nosotros mismos cuando no queda azúcar y no somos capaces de aguantar la amargura del día.
Pero luego llega ese momento. El del beso, digo, ese que calla todos los males. Ese que aparece en el momento y lugar idóneo justo a tiempo ¿o no? para terminar el sinsentido.
Te grito, me gritas y por impulso de nuestros corazones nos abalanzamos imprevistos e impuestos hacia los labios del contrario, aparentándonos las costillas y los mulsos, haciéndonos daño con los dientes. Ese beso que calla todo lo que acabas de decir, que calla reproches, insultos y maldades. Ese beso que dice “¡hey, quieto ahí! Que tú a esta persona la amas y eso es lo único que cuenta.”
Porque es verdad mi amor, puedes hacerme todo el daño del mundo si después me prometes un beso de los tuyos de esos que (de repente el la hace callar con uno de sus besos)

lunes, 27 de diciembre de 2010

Only Girl

I want to make me feel like I was the only girl in the world
As if the only love once
As if the one who knows your heart
The only girl in the world ...
As if that was the only commanding
Because I'm the only one who knows how to make you feel like a man
I want to make me feel like I was the only girl in the world
As if the only love forever
As if the one who knows your heart
The only ...

viernes, 10 de diciembre de 2010

Poderosa sensación.

Incluso la más fuerte de las pasiones, se desvanecen. Y la soledad pasa a ocupar su lugar, la costumbre. Y todo parece igual, apagado, sin estímulos. El amor, ése que se describe en los libros y en las películas, resulta ser una mera fantasía. En ese momento se abren dos opciones: amar o engañar.
Para recordar cómo era esa poderosa sensación que te devoraba el estómago cuando pensabas en él, o en ella, en estar juntos. Y se sigue así, atrapados en un círculo vicioso, en el que ninguno de los dos tiene el valor de decirle al otro que el sentimiento ha cambiado, que se ha agotado, que ha desaparecido…

lunes, 6 de diciembre de 2010

Rondando por los infiernos.

Otra noche rondando los infiernos junto a los amplificadores, con la copa en mano, el cigarrillo sostenido por unos labios rojos.
Se ha puesto la máscara antes de salir de casa, ha tomado la bicicleta y se ha ido sin prisa, pensando en el cuerpo que iba a meterse en esa noche. En los chicos tatuados alzando el mentón. En las niñas de papá que se han escapado por la ventana para beberse una cerveza con asco y fingir que son libres, borrachas, jóvenes y fuertes.

Ella en cambio lleva los ojos morados y los labios rojos secos de amor. Ella encontró la mirada del desorden, de la indiferencia completa hacia toda clase de diversión. Y aunque la veas bailar, gritar, besar, fumar, drogarse y morirse en cualquier callejón, mis ojos seguirán diciéndote que en el fondo no siento nada.


Ella decía: “soy un bicho raro de los bajos fondos con una pretensión, voy a ganarme el mundo aunque sea dando palos.”


Lo supo el día que voló, que voló y se estrelló en mil granitos de polvo de estrellas. Y nadie le dijo que si subía demasiado alto te acaba faltando el oxígeno, que los oídos duelen hasta desgarrar, que te conviertes en cometa, en un fuego estratosférico, como aquella nave que ardió al atravesar de golpe la capa de ozono.


Ella decía: Pues yo fui cometa y sobreviví. Soy la prueba de que las estrellas a veces bajan del cielo. Y puede que mi luz no brille porque me oculto detrás de máscaras, pero de esta manera no podré volar de nuevo, no estallaré otra vez.
Una aprende de los errores y
consigue atar los sueños para no alejarse de la realidad, como quien caza un pajarillo y lo mete en una jaula
.

Mi pájaro revolotea por los brazos y en ocasiones me pide dejarme llevar. Como esta noche en el puerto, con este desconocido barquero y esta botella de ginebra. Yo se lo concedo porque si no, me picotea las costillas.
Y también por otro motivo. Y es que ser una jaula a veces es muy duro, cuando mi pajarillo se sienta en la cornisa a vislumbrar el mundo a través de mis ojos me siento libre. Sí, como todos los demás. Esa es mi pretensión.
Beso, fumo, bebo y grito en plena calle que el mundo es mío. Pero vaya mentira.”







sábado, 4 de diciembre de 2010

En un lugar divino.

Él y Ella mirando como cae la noche y las primeras estrellas en la orilla del mar. Ella apoyando la cabeza sobre el hombro de él y él rodeándola con los brazos delicadamente.

Ella sonríe mirando una de las primeras estrellas en el cielo.

Él(la mira, pero no entiende porque sonríe)- por qué sonríes?...(se hace una pausa y se escuchan las olas que rompen en la orilla) me encanta tu sonrisa, es una de las tantas cosas que amo de ti(besándola en la frente)

Ella(mirándolo con ternura)- no lo se… puedo confesarte algo?

Él(algo preocupado)- si… dime

Ella- Quiero perderme con tigo en un lugar divino, donde la protagonistas del paisaje se la naturaleza, lleno de colores, donde no allá guerras, donde no allá destrucción a cada paso, donde no allá peligro alguno, donde todo sea paz, donde la calida brisa acaricie suavemente nuestros rostros, donde se escuchen las olas al romper en la orilla del mar y la espuma quede sobre las rocas, donde tu puedas cuidar de mi como yo cuidar de ti, donde podamos expresarnos libremente. Simplemente donde podamos amarnos sin interrupciones

Él- no creo que aya un lugar como ese… pero si yo pudiera, te llevaría a recorrer el mundo entero. Te prometo que mientras yo este a tu lado nada podrá hacerte daño, porque yo estaré para cuidarte.

miércoles, 24 de noviembre de 2010

Demasiado dolor no cumpliralas

Empezó a caminar y al girar en la esquina, rompió la regla número uno.
En este instante comprendió que iban a llegar los problemas y que todas las clases y las terapias no habían servido de nada.
¡Estúpida! ”, pensó apretando los dientes. Siguió su camino pero ya le temblaba cada pelo de su piel. Cuando vio aparecer las sombras, se quedo helada. Se dijo que podía cumplir el resto de reglas y la dejarían en paz. Pero ni ella misma se lo creía del todo.


Uno del grupo- Eh, ¿a dónde va esta muñequita?


No contestó, aquella voz rasgada y muerta le encogió un poco más el corazón. Intentó levantar la vista. Un grupo había salido del callejón de la izquierda y caminaban tras ella.


Uno del grupo- Huele a un conejo cobarde y asustado, chicos.


Uno de ellos- ¡No huyas, princesa!


Reían a carcajada limpia. Se lo habían repetido tantas veces, que podía deletrear cada palabra de cada frase sin pensar. Pero ella no aprendía nunca. Quizá se merecía aquella paliza, quizá incluso estuviera destinada a pasar por aquello por desobediente.
Sin meditarlo echó a correr. Aquel pánico que la había atormentado tantas veces volvía para capturarla. Ellos también empezaron su carrera y ella aceleró el paso todo lo que pudo. Notaba cómo el asfalto quemaba la suela de sus zapatillas y sentía el ardor en los pies. Tenía la sensación de no avanzar en absoluto. Creía que el corazón se le saldría por la boca, los pulmones estallarían y caería al suelo del esfuerzo sobrehumano que estaba haciendo. Quiso girar una esquina pero no llegó a tiempo.
Ella no se cayó, ellos la tiraron.
El primer golpe en las rodillas consiguió hacerle tocar el suelo con el rostro. El segundo fue directamente a la cabeza.
Hilos de sangre caían por su nariz. Palabras lejanas se amontonaban en sus tímpanos. Dejó de escuchar y de ver, hundiéndose en un llanto silencioso.
Su cuerpo no quiso oponer resistencia. Se aovilló esperando quedarse inconsciente lo antes posible. En su cabeza se repetían las reglas continuamente, pretendiendo no olvidarlas la próxima vez… Era demasiado doloroso no cumplirlas.


1. Nunca mires al suelo, mantén la vista fija en un punto y síguelo.
2. Cabeza alta, espalda recta y respiración tranquila.
3. No contestes a las provocaciones.

4. Nunca aceleres tu paso

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